LA DECISIÓN MAS DIFICIL

My sister’s keeper es el nombre original de la película y aquí en Argentina se llamó “La decisión más difícil”. Sin embargo, “La cuidadora de mi hermana” hubiese sido una traducción un poco más correcta, porque la idea se centra en la relación – por demas de particular – de dos hermanas, una de ellas enferma de leucemia, la otra diseñada genéticamente para salvarla. Esta película pretende hacer un nuevo enfoque, revalorizar otras cosas.. en realidad, plantea un cuestionamiento hacia el poder de desición y la libertad. Una película para trabajar desde la bioética y la filosofía.

Anna es la menor de los hijos Fitzgerald, sin embargo, a diferencia del resto, ella fue concebida por sus padres en probeta para salvar a Kate, su otra hija, a quien le habían detectado leucemia. La niña fue diseñada genéticamente para poder ser la donante perfecta para su hermana.

Más allá del drama que acontece a la familia Fitzgerald con la enfermedad de Kate, el conflicto se desata cuando Anna, de tan sólo oncce años consulta a uno de los mejores abogados de California para que la defienda ante la Justicia y ante sus padres, al solicitar su emancipación médica. Es decir, que el matrimonio Fitzgerald cese de obligarla a ser intervenida quirúrgicamente – contra su voluntad, lógico – a fin de sacarle células sanas o en posibles cirugías futuras, órganos que salven a su hermana enferma. Sara – la madre – también es abogada, una profesional que resignó su carrera para dedicarse de lleno al cuidado de Kate. El caso llega a los tribunales en el preciso momento en que a la hermanita menor se le intenta practicar una intervención quirúrgica para que done un riñón a Kate.

¿Qué esconde Anna en lo íntimo de su ser? Se trata simplemente de una niñe que llegó al mundo en aras de “salvar” a su hermana enferma. Ella irrumpe en los estrados de California enfrentándose a la justicia aunque tenga a todo el mundo en su contra, aún a costas de perder el cariño de su madre. Una niña que desea jugar y correr como los demás niños de su edad, mientras su infancia se ve interrumpida por cirugías que intentan salvar a una adolescente cuyos días están contados. Una madre sumida en el dolor que obstruye la armonía familiar y se obsesiona con la idea prolongar la  vida de su hija enferma, descuidando la vida de sus dos otros hijos sanos. ¿Cuál es la decisión que motiva a Anna a llegar a los Tribunales? ¿Qué subyace detrás de la “emancipación médica”? ¿Es que acaso, sus derechos no cuentan? ¿Existe alguien capaz de quitarle las investiduras de “salvadora” que sus padres le pusieron antes de nacer?

En la película, se plantea un giro inesperado. En realidad, la intención de Anna no era “ser dueña de su cuerpo”, sino que pretendía ayudar a su hermana a morir. Kate estaba segura que no resistiría una intervención quirúrgica más, de modo que le pide a su hermanita ayuda: revelándose ante sus padres y logrando la emancipación médica, ella podía negarse a donar el riñón para su hermana.

De todos modos, se pone en juego un debate ampliamente discutido en los círculos de la bioética Sin entrar en apologías, sin hacer defensas desde algún lugar de la religión en nombre de cualquier credo, hay algo que se llama bioética y la ciencia pareciera no escucharla muy a menudo. En efecto, no podemos negar que el bebé diseño es un proyecto de ingeniería médica creado genéticamente por científicos pero una potencial vida. Ahora bien, si seguimos pensándolo en un proyecto de ingeniería – un objeto en definitiva – se puede decidir por y sobre él; pero ¿qué ocurre cuando se transforma en una persona que respira, que siente y que puede elegir?

Emancipación médica es un término más reciente y en virtud de los derechos vulnerados, es en realidad, una potestad. Alguna vez el filósofo Héctor Schmucler señaló que la eugenesia – una filosofía social que defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención – legitima científicamente un nuevo tipo de racismo y este “producto biológico” no pareciera tener derechos. ¿Qué decir? La ciencia avanza, el hombre crece científicamente y técnicamente pero este progreso científico lo deshumaniza cada vez más. Poder se puede: ¿pero se debe? Ese es el planteo que nos hace la película. ¿Acaso ya no cuentan los derechos de quien en algún momento fue un proyecto de ingeniería, hoy una persona?

La eugenesia, para algunos científicos, se centra en el diagnóstico prenatal y la exploración fetal, la orientación genética, el control de natalidad, la fecundación in vitro y la ingeniería genética. Y para aquellos que se oponen, es inmoral y está fundamentada en, o es en sí misma, una pseudociencia. Históricamente, la eugenesia ha sido usada como justificación para las discriminaciones coercitivas y las violaciones de los derechos humanos promovidas por el estado, como la esterilización forzosa de personas con defectos genéticos, el asesinato institucional y, en algunos casos, el genocidio de razas consideradas inferiores. ¿Se debe permitir que algo así se continúe implementando? Peor aún, ¿se esta teniendo en cuenta su significación a lo largo de la historia? Acaso, ¿la ciencia se ha olvidado del exterminio nazi?

Muchas preguntas que cada uno responderá como crea correcto, pero que apelan antes que nada, a una concientización del “desencanto de ser posmodernos”.

Deja un comentario